Crear un nuevo producto digital a través de un MVP (Producto Mínimo Viable) que evoluciona con el testéo real a clientes y usando el mínimo de recursos posibles.
Una de las tareas más difíciles al momento de iniciar una idea de negocio o de diseñar un nuevo producto es garantizar su éxito. Los métodos tradicionales de planificación de productos suponen procesos largos a costos muy altos para las empresas y poco oportunos si se tiene en cuenta el ritmo al cual se han dinamizado los negocios en los últimos años, lo que ha conllevado a la aparición de startups capaces de asumir cambios de forma más ágil y obtener crecimiento más rápido.
La práctica tradicional de someter cada nueva idea de producto a una numerosa cantidad de valoraciones (viabilidad operativa, viabilidad de mercado, viabilidad financiera, análisis de riesgos, etc.) de manera previa a su colocación en el mercado está siendo reemplazada por innovadoras prácticas que buscan entregar el máximo valor posible con el mínimo de recursos.
El método Lean Startup fue creado por el estadounidense Eric Ries, quien lo define como “un conjunto de prácticas pensadas para ayudar a los emprendedores a incrementar las posibilidades de crear una startup con éxito”. Así como un científico evalúa la validez de las hipótesis formuladas acerca de un fenómeno a través de la experimentación, con el método Lean Startup se formulan hipótesis acerca de lo que se espera de un nuevo producto o idea de negocio y luego se ponen a prueba en el mercado, como una especie de ensayo y error, pero cuyo costo resulta mucho menor a todos los estudios sofisticados de planificación tradicionales y permite aprender del producto y su mercado a través de la experiencia validada con los clientes.
El primer paso para llevar a cabo el método Lean Startup consiste en salir del campo de las ideas y los planes estratégicos y crear un Producto Mínimo Viable (MVP) cuyo objetivo es acercar las ideas con los problemas reales de los posibles clientes y crear un modelo de consumidor, de manera que todas las fases de desarrollo del producto estén alineadas a resolver problemas reales de los posibles clientes. Esto se logra gracias al circuito de feedback de Crear-Medir-Aprender con el mínimo esfuerzo, en el cual los clientes se convierten en aliados que aportan al diseño del producto y no son meros objetivos futuros como se concebía desde la mirada tradicional.
De esta manera, el diseño de producto se enfoca más en las personas que en los procesos y se desarrolla a partir de aprendizaje validado, lo cual permite llevar las ideas desde su punto de partida hasta el ideal, realizando diferentes intentos y modificaciones hasta conseguir el producto ideal capaz de generar el valor deseado.
Este método no solamente ha sido exitoso en startups o empresas innovadoras y de reciente creación, sino también en grandes corporaciones como Zappos, Dropbox, General Electric, Groupon, Toyota y Telefónica, entre otras.
En Xtrategy hemos asesorado la creación de nuevos productos con la metodología Lean Startup y hemos probado con éxito como las nuevas ideas se transforman en soluciones reales que generan grandes beneficios para sus creadores y un alto valor en el mercado digital.
