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La apariencia y estética de los productos digitales impacta la confianza y retención de clientes.

Según un estudio de Social Triggers diseñar productos digitales eficientes estéticamente, crea una respuesta positiva en la mente de los usuarios y genera la percepción de que el producto funciona mejor y es más confiable.

Como usuarios, cuando consultamos un sitio web, app o cualquier tipo de producto digital, al ingresar, mentalmente nos hacemos una imagen de lo que es este producto en base a la estética y experiencia básica que nos muestra en sus primeras pantallas. Algo así como nos pasa en la vida social, “la primera impresión es la que cuenta”.

Según el estudio de Derek Halpern de Social Triggers, titulado ‘Trust and Mistrust of Online Health Sites’, de todos los factores que se consideraron una razón para rechazar o desconfiar de un sitio, el 94% estaban relacionados con el diseño. Esto nos muestra que, sin darnos cuenta juzgamos un sitio web, app o un producto digital por la experiencia inicial que vivimos dentro del mismo, por eso un diseño estético profesional y una experiencia de usuario – UX clara e intuitiva, pueden transmitir respaldo hacia los clientes y generar la percepción inicial de que se trata de un buen producto o servicio. 

Sin embargo, sí por el contrario, hay errores en la estrategia de diseño, un bajo conocimiento del usuario y sus necesidades o errores puntuales como una navegación compleja, un mal sistema de interacción, una mala elección de colores, imágenes o un diseño poco profesional, puedes terminar comunicando de forma indirecta a tus clientes, que tu producto o servicio es poco confiable y que no logra aportar valor.

¿Cómo hacer que tu producto digital luzca confiable y profesional? 

Todo empieza por plantear una estrategia de experiencia de usuario y contenido organizado de forma ágil, tanto para la página de destino como para todo el flujo de la navegación del producto y las interacciones que guían al usuario hacia el alcance de sus objetivos, en sincronía con los del negocio. Sin embargo, antes de ese proceso se debería iniciar con el análisis de la propuesta de valor y la investigación de usuario para construir conceptos de experiencia clara y testeada con clientes potenciales.

Ya superada esa fase, tener en cuenta la estrategia de experiencia de usuario, las tendencias actuales de diseño, las leyes básicas del UX, textos redactados de acuerdo al tipo de usuario y una interacción intuitiva, son claves para el éxito de cualquier producto digital. 

En otras palabras, cuando las personas se enfrentan a diseños confusos, nombres de categorías poco claros, textos enredados y una experiencia poco intuitiva, es muy posible que no puedan determinar sí hay contenido relevante en el producto digital, cómo resultado, sentirán frustración y aumentará la posibilidad de abandono.

‘’Según datos de Google el 71% de los clientes pasarían a la competencia si su producto fuera más fácil de usar.”

Por otro lado, lo que consideramos un sitio bien diseñado puede cambiar según las tendencias de uso de dispositivos, las nuevas interfaces que aparecen en el mercado y las mismas tendencias de diseño que cambian anualmente. Por eso la aplicación de metodologías como design thinking facilita el análisis y la consecución de un resultado orientado a satisfacer a los usuarios. El diseño de la interfaz de usuario y su aplicación puede generar un juicio rápido por parte del usuario que podría calificar una empresa cómo corporativa, económica o de lujo de forma muy rápida y esto influye en gran medida sobre el valor percibido del negocio el producto digital, como lo menciona Aurora Harley Senior UX de NN Group en su artículo ‘Perceived Value in User Interfaces’. Lo ideal es que cualquier elemento visual seleccionado para nuestra interfaz de usuario, debería coincidir con el tipo de servicio que se ofrece, el tipo de usuario al que está dirigido y transmitir un significado estratégico.

En conclusión, el diseño de la interfaz de usuario, si está bien hecho, puede generar una respuesta positiva en la mente de los usuarios generando la sensación inmediata de que el producto funciona mejor y es confiable.

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